miércoles, 16 de julio de 2008

Cuando el insultar se convierte en un don

Los tacos, por malsonantes que sean, siempre se pueden decir con estilo y hasta resultar dignos. De esta forma, el insutlo se convierte en arte, tanto que incluso los filólogos y estudiosos de la lengua se han parado a estudiarlo.

Uno de los que se han molestado en hacerlo es Pancracio Celdrán, que incluso recomienda a los políticos que se lean su libro, "El gran libro de los insultos" para que aprendan a insultar con propiedad. Ahí queda eso.

La obra en cuestión contiene unos 10.000 improperios que demuestra que, “para insultar, no hay idioma como el castellano“. Bueno, eso no lo dudaba nadie. Además, somos el país de la Unión Europea donde se dicen más tacos. Nosotros, como siempre, encabezando los rankings más honrosos...

En fín, que el que más o el que menos ha soltado un taco por la boquita y se ha quedado más a gusto que gato panza arriba. Y si ha sido contra un árbrito de fútbol, ese pobre gremio que recibe no sólo objetos voladores de las gradas sino insultos a diestro y siniestro, mejor. Y si pudiera ser contra el que te quita el asiento en el metro, mejor también. Insultos para todos los gustos. ¿Cuál es tu favorito? Exprésate.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

El insulto más universal es el gilipollas de toda la vida, quién no ha dicho a un gilipollas...¡gilipollas! y te quedasdas de agusto...
Sabemos cuando un extranjero aprende español cuando sin esperarlo suelta un taco, Joder! También es de los más famosos.

saa

Sira Auda dijo...

Tienes razón saa, además sólo pronuncian bien la 'jota' en la palabra joder!!!!

Sira Auda dijo...

Estúpido (me encanta)

Anónimo dijo...

Don Pancracio Celdrán, sabia criatura